Este paseo desordenado vuelve a la villa desde el palacio de San Román por el barrio de La Quintana, acaso «el núcleo primitivo» de Panes, y entra en La Milera, donde «en otro tiempo sería habitual ver un cestero» muy cerca de la ermita de San Roque y de donde Pepito Cuevas, médico, adosó a la puerta de su casa un escudo del Real Oviedo que también resiste. De lo que no queda vestigio es de la antigua vinculación de Panes con Andalucía, pero da fe el cuadrante inferior del escudo de Peñamellera Baja, que comparte con el de Cantabria la Torre del Oro y unas cadenas rotas en un río que no es el Cares ni el Deva, sino el Guadalquivir. Parte de la culpa es del almirante Ramón de Bonifaz y de lo lejos que llegó la Reconquista. Bonifaz, cántabro según algunas referencias, se llevó en el siglo XIII a muchos habitantes de estos valles a pelear en la reconquista de Sevilla por encargo del rey Fernando III el Santo, desvela Testón. Y no debieron de fracasar, porque el cronista insiste: en 1340, «Alfonso XI también hizo levas aquí y se llevó a mucha gente a la batalla del Salado, en Cádiz».
El recorrido ya se ha convertido en un viaje hacia el porqué de las cosas de Panes cuando va a morir abajo, frente a la plaza de La Herrén, en plena travesía de Panes y en este bar que se llama El Comportu en recuerdo del mote del ventero retornado de Cuba que «liaba sus propios cigarros, era un excepcional catador de jamones y vino, y tenía un don de gentes que hacía girar en torno a él a todo bicho viviente que viniera a Panes».
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ResponderEliminarEl recorrido ya se ha convertido en un viaje hacia el porqué de las cosas de Panes cuando va a morir abajo, frente a la plaza de La Herrén, en plena travesía de Panes y en este bar que se llama El Comportu en recuerdo del mote del ventero retornado de Cuba que «liaba sus propios cigarros, era un excepcional catador de jamones y vino, y tenía un don de gentes que hacía girar en torno a él a todo bicho viviente que viniera a Panes».
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Que disfruyeis del paseo. Hasta pronto
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